miércoles, 8 de febrero de 2017

Capítulo I.
Introducción general. La investigación cualitativa como disciplina
y como práctica

Los autores plantean que históricamente se ha tenido una visión colonialista
de la investigación ya que hemos heredado las prácticas, metodologías y visiones provenientes de las etnografías en la que la voz era la del investigador quien decidía (caracterizaba, definía y concluía) desde su propia perspectiva el objeto de estudio y su proceso.
Ante esta realidad, el enfoque cualitativo empieza a ganar terreno. En esta línea el papel del investigador y su relación con la comunidad es muy importante y desde nuestra perspectiva podría compararse con la idea de juego colaborativo con legos en el que cada jugador toma sus piezas (las cuales tienen diferentes tamaños, formas, colores) y los organizan para construir un objeto que puede tomar la forma que entre los dos participantes vayan acordando y conciliando sus diferentes representaciones (puede ser un avión, una casa, un robot, etc.) que pueden irse acordando, modificando y replanteando conforme se avanza en el juego con la idea de que el resultado final puede ser muy distinto a la idea original pero mucho más significativa para los que construyen y juegan.
Sin embargo y como sabemos, lo anterior no es necesariamente fácil y
llevado al plano de la investigación como tal, puede generar tensiones entre los investigadores y los sujetos. Sin embargo, lo importante es llegar a acuerdos intersubjetivos.
En lo que respecta a las resistencias hacia este paradigma de investigación, Denzin y Lincoln (2005), destacan algunas que resultan relevantes:
  1. Las políticas en el campo de la investigación y a los aspectos procedimentales (metodológicos). Se tiene la perspectiva que los positivistas son científicos “duros” contra los “científicos blandos”.  Para ellos “solo las generalizaciones y las leyes constituyen hechos científicos” (p. 70)
  2. Los positivistas argumentan que los investigadores cualitativos escriben ficción en lugar de ciencia.
  3. Los investigadores cuantitativos consideran que su trabajo está libre de valoraciones.
  4. Para los positivistas, no se pueden verificar los juicios de verdad.
  5. Cuestionan el valor de la evidencia obtenida. Se habla de una metodología poco rigurosa que no permite replicar ni generalizar resultados. Que deberían ser validados de forma experimental.
  6. Presentan resistencia al discurso y prácticas interpretativas. Rechazan el giro textual y narrativo
Estas resistencias planteadas abiertamente por los positivistas, llevaron al grupo de investigadores del corte cualitativo a argumentar la pertinencia y necesidad de una investigación que parta de los que de manera directa se involucran en la investigación.  
A continuación presentamos, con base en la lectura, un argumento para cada una de las seis afirmaciones anteriores.
1. Nunca antes los investigadores cualitativos tuvieron tantos paradigmas, estrategias de investigación y métodos de análisis a su disposición como hoy en día. Los investigadores cualitativos subrayan la naturaleza socialmente construida de la realidad, la relación íntima entre el investigador y aquello que estudian y las relaciones contextuales que dan forma a la investigación. Parten de paradigmas epistemológicos, ontológicos y metodológicos. Y emplean mecanismos de verificación que si bien, no se dirigen hacia las generalizaciones, sí permiten el descubrimiento de criterios y patrones  “el evaluador es un conducto para que las voces “de los otros” sean escuchadas” (p. 90).
2. De los investigadores cuantitativos se podría decir también que no logran captar
la perspectiva de los sujetos que estudian pues se ven limitados por métodos y
materiales empíricos, remotos e inferenciales (p.65).
3. Autores postmodernistas contribuyen a diseminar la idea de que no existe algo
así como una ventana claramente asequible a la vida interior de un individuo. En
toda mirada se filtra la influencia de los lentes del lenguaje, el género, la clase social, la raza, la etnia. Se puede decir que no existen pues, observaciones objetivas, sino observaciones situadas socialmente en (y entre) los mundos del sujeto observador y el observado.
4. La práctica interpretativa de construir sentido a partir de los propios descubrimientos es, a la vez, artística y política. Existen muchos criterios de evaluación de la investigación cualitativa. No existe una verdad interpretativa única. Existen múltiples comunidades interpretativas, cada una con sus propios criterios para evaluar las interpretaciones.
5. Los métodos cuantitativos reproducen solo una clase de ciencia, “una ciencia que
silencia demasiadas voces” (p.64). Por lo que los investigadores cualitativo buscan
métodos alternativos de evaluación que permitan escuchar las voces de los otros y
construir junto con ellos lo que se va a investigar. Los investigadores cualitativos
crean la experiencia a partir del texto social que escribe. Ningún método es capaz
de captar todas las sutiles variaciones de la experiencia humana corriente. Por
consiguiente los investigadores cualitativos despliegan una amplia gama de
métodos interpretativos interconectados, buscando siempre nuevos modos de hacer
entendibles los mundos de experiencia estudiados.
6. “Las descripciones minuciosas del mundo social son valiosas” (p.65), pues recogen la experiencia real del sujeto quien la vive. Los investigadores cualitativos buscan dar cabida a las voces que con la investigación cuanti son dejadas de fuera cuando se le da más valor a la estadística. Los investigadores cualitativos buscan acercarse más a la perspectiva de los sujetos estudiados. Ven al mundo en acción. Ponderan las observaciones situadas socialmente, buscando nuevos modos de hacer entendibles los mundos particulares situados.
Ante todo esto podemos concluir que el objeto de investigación en el enfoque cualitativo se construye en la interacción entre el sujeto, el investigador y su contexto y es susceptible de ser reconstruido, lo que caracteriza su práctica y marca la pauta para conformarla como una disciplina cuya metodología incluye múltiples técnicas que buscan recuperar las voces de los participantes y generar patrones en lugar de solo evidenciar la voz del investigador como tradicionalmente sucedía con la evaluación cuantitativa. Se dice pues, que no hay objeto de la investigación, sino más bien una relación sujeto-sujeto que, en especial en el campo de la educación, consideramos importante recuperar para seguir intentando conocer y comprender la realidad.

Referencia:

Denzin, N. y Lincoln, Y. (2012) Introducción general. La investigación cualitativa como disciplina y práctica, en Denzin, N. y Lincoln, Y. Manual de Investigación Cualitativa. Volumen I. Barcelona : GEDISA.

Equipo: Shantal, Nadia y Tere

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