viernes, 17 de marzo de 2017

Análisis de un estudio de IAP

Título: De la resiliencia individual a la resiliencia comunitaria. Evaluación de un proyecto de investigación-acción sobre el desamparo social de los menores.


Autores: Daniela Marzana, Elena Marta, y Francesca Mercuri. Universidad de Milán


Objetivo: promover resiliencia en educadoras y menores que frecuentan un centro diurno.


También se formó a las maestras para que desarrollaran su resiliencia y pudieran ser “tutoras de resiliencia” Se parte de la premisa de que solo un ambiente resiliente genera resiliencia.


Los objetivos específicos fueron construido en el proceso, por las maestras con apoyo de los investigadores, en cuatro áreas que hacían referencia a los menores: relacional, del sí mismo, relaciones con la familia y escolar. Para cada una de estas áreas existen objetivos mucho más específicos en los que se ven las líneas de acción como por ejemplo, en el área escolar: prevenir el abandono escolar y favorecer la orientación del menor. En el área de sí mismo: autocuidado, capacidad crítica de su propia condición y acerca del mundo, entre otros.


Destinatarios de la intervención: 21 menores entre 10 y 14 años, 15 varones y 6 niñas de un área urbana al norte de Milán en Italia. 3 son italianos y los otros 18 son extranjeros pero que hablan italiano, reciben apoyos de gobierno y pertenecen a familias consideradas en situación de precariedad, que además presentan dificultades académicas. Tres maestras del centro CeA que fueron formadas para esto.


Contexto: el centro “Deberes y otras cosas” en italiano CeA, lugar que por muchos años ha trabajado en el apoyo de personas en situaciones de riesgo. Busca proveer de apoyos sistémicos e integrales a las familias.


Método: Investigación-acción. En una primera fase se formó a las maestras en el construcción de resiliencia y lo que implica, así como en la elaboración de los instrumentos para medirla en sus alumnos. En la segunda fase se trabajó monitoreando a las maestras en tu trabajo con los chicos a lo largo del año escolar. La intervención con los menores se centró en las acciones de las educadoras con ellos; las maestras por primera vez llevaron a cabo acciones con un método para acompañar a los chicos. Este método permitió tener una visión clara de “a dónde mirar” y les permitió conocer formas de aproximarse a la realidad para promover y desarrollar resiliencia. Permitió crear una pequeña comunidad con prácticas de empoderamiento.


Instrumentos: plantilla de observación participante la cual se utilizó 2 veces por semestre (4veces al año) y una entrevista semi estructurada al inicio del curso y al terminar el mismo. Para construir la plantilla de observación se utilizó el modelo de resiliencia de “la casita” de Venistaendel y Lecomte (2000) y “ los pilares” de Grotberg (1997) para elaborar la entrevista, cuyos componentes fueron traducidos a indicadores que se incluyeron en ambos instrumentos.


Resultados: Se presentan resultados cuantitativos de la intervención de las educadoras sobre los menores (los resultados comparativos entre las 4 observaciones que se realizaron) y a partir de las respuestas de las 2 entrevistas se hizo un análisis de contenido comparativo para ver si los chicos identifican diferencias en los pilares de la resiliencia al iniciar y al terminar el año escolar.


Conclusiones: de manera general, el análisis de las respuestas de los alumnos demuestran una mejora uniforme en cuanto a los indicadores de resiliencia. Por ejemplo, el grupo de alumnos se mostró mejor adaptado al contexto. Los resultados también permiten ver una línea de unión entre la resiliencia comunitaria y la individual. El trabajo de las maestras al realizar ellas mismas las observaciones participante les fue dando el sentido de comunidad empoderada, resiliente ya que ellas tuvieron que hacer las observaciones participantes, los instrumentos y las retroalimentaciones en las que fueron monitoreadas por los investigadores. La aplicación de los instrumento reforzó los conocimientos que las educadoras adquirieron en la capacitación inicial que se dió como primera fase de este estudio, suministrando soportes válidos para su práctica diaria. Otro aspecto que impactó positivamente los resultados fue el trabajo comprometido de las educadoras quienes trabajaron de manera cooperativa entre ellas y con los investigadores. “El objetivo de haber conseguido una comunidad resiliente, facilitada por el “tutor de resiliencia, parece haber sido alcanzado” (p.30). Sin embargo, los resultados con los niños fueron menos significativos, cuestión que el equipo investigador había considerado dado que el proceso de la resiliencia no es algo que se puede construir en un solo año.


Análisis personal: es un reporte de investigación que en lo personal me ayudó mucho a comprender la investigación-acción participativa por la forma tan clara en la que se involucra a las maestras del centro en el que se lleva a cabo. A través del análisis del método seguido en verdad me puedo dar cuenta  de que es, como se menciona en los resultados, en las educadoras en las que se obtienen resultados más significativos con respecto a su resiliencia, ya que, ellas mismas al participar con acciones concretas vivieron, observaron, recolectaron información y reflexionaron acerca de los resultados; con lo que se puede en verdad constatar no solo un proceso investigativo, sino todo un proceso de aprendizaje formativo, formador y complejo que explicaría las mejoras a su resiliencia, que tienen como consecuencia su empoderamiento para llevarlas a futuro a ser tutoras de resiliencia en los chicos y las familias a quienes apoyan.


Referencia:
Marzana, D., Marta, E. y Mercuri, F. (2013). De la resiliencia individual a la resiliencia comunitaria. Evaluación de un proyecto de investigación-acción sobre el desamparo social de los menores. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 16 (3), pp. 11-32

3 comentarios:

  1. Muy buen análisis! Te aporta algo para el trabajo de tesis que estás llevando a cabo?

    ResponderEliminar
  2. ¡Si, claro! Las autoras retoman la teoría de Michael Ungar súper importante como representante de la línea que considera la resiliencia de forma sistémica y ecológica. De hecho en el artículo encontré una idea de él que no había visto en la demás bibliografía que hasta ahora he revisado por lo que será debidamente citado en el marco teórico y en discusión.

    Igual me encantó ver como un pequeñito grupo de maestras (aunque sea de educación básica) adopta la perspectiva positiva de la resiliencia en su trabajo diario con los niños que apoya... luego entonces da indicios de que, si se prepara a los maestros en resiliencia, se puede lograr mucho a nivel de ellos mismos, a nivel de los alumnos y hasta a nivel de comunidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Excelente, de eso se trata la revisión de la literatura. Un asunto que me pareció interesante fue el concepto de la "resiliencia comunitaria". Se puede hablar de una construcción colectiva? Es un concepto que ya existía o es un planteamiento nuevo? Es eso a lo que aspiraría toda institución? Es una aportación del trabajo? O una línea en la que se debería seguir trabajando? Son solo reflexiones que me surgieron

      Eliminar